18 de enero de 2010

Texto diario

Lunes 18 de enero


Si alguno de ustedes tiene deficiencia en cuanto a sabiduría, que siga pidiéndole a Dios, porque él da generosamente a todos (Sant. 1:5).


Cuando pasamos por un período de desánimo, puede que veamos las cosas de forma distorsionada (Pro. 24:10). Quizás nos cansemos de participar en alguna faceta del servicio sagrado y empecemos a pensar que ya hemos hecho suficiente y que ahora les toca a otros llevar la carga. También es posible que comencemos a abrigar el deseo de llevar una vida supuestamente normal. Pero si nos ‘esforzamos vigorosamente’ y ‘siempre tenemos mucho que hacer en la obra del Señor’, conseguiremos proteger nuestro corazón (Luc. 13:24; 1 Cor. 15:58). En ocasiones tal vez nos enfrentemos a una decisión difícil y no veamos claramente lo que debemos hacer. ¿Nos sentiremos tentados a hacer lo que a nosotros mejor nos parezca? Cuando nos encontremos en esa situación, pidámosle a Jehová su ayuda. Nuestro Padre celestial nos dará el espíritu santo que necesitamos para tomar buenas decisiones (Luc. 11:9, 13). w08 15/8 2:17, 18

10 de enero de 2010

Texto diario

Domingo 10 de enero


Cree en el Señor Jesús y serás salvo, tú y tu casa (Hech. 16:31).


Pablo no se conformaba con simplemente vivir en paz con los demás: quería mostrarles amor verdadero. Y el ministerio cristiano le brindó la oportunidad de hacerlo. En su primer viaje misionero predicó las buenas nuevas en Asia Menor. Pese a la feroz oposición que él y sus compañeros sufrieron allí, se concentraron en ayudar a las personas mansas a hacerse cristianas. De hecho, regresaron a las ciudades de Listra e Iconio, pese a que algunos de sus habitantes ya habían tratado de matar a Pablo (Hech. 13:1-3; 14:1-7, 19-23). En un viaje posterior, Pablo y los que le acompañaban buscaron en la ciudad macedonia de Filipos a las personas de corazón recto. Una prosélita judía llamada Lidia prestó atención a las buenas nuevas y se hizo cristiana. Tiempo después, Pablo y Silas fueron entregados a las autoridades, quienes ordenaron que los golpearan con varas y los echaran en prisión. Con todo, Pablo le predicó al carcelero, y como resultado, este y su familia se bautizaron (Hech. 16:11-34). w08 15/5 5:10, 11